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TEXTOS

"Todo lo que sale del estudio de Carlota forma como un diario personal continuo, un flujo ininterrumpido a través de los días, como pasando las hojas de un cuaderno. No hay separaciones entre los distintos medios, entre un vestido estampado, una vajilla, una alfombra, unos lienzos. Tampoco hay barreras de escala: entre un pequeño boceto en un papel y la pintura que Carlota apenas alcanza a sostener con los brazos abiertos.

En los lienzos se persiguen la pintura y el dibujo, las grandes zonas de color y los trazos de lápiz más leves. El dibujo de Carlota tiene un ritmo caligráfico, con algo de graffiti a lo Cy Twombly. El color finde respetar la pauta del dibujo, pero enseguida lo ignora, se vuelve kandiskiano, a veces agitado a brochazos, a veces derramándose como en la pintura de Helen Frankenthaler. Por todas partes hay vestigios de figuras, figuras inacabadas o quizá comenzando a formarse. En una página de un cuaderno Carlota escribe un esquema que resume su poética. Habla de buscar el estado anterior de las figuras estereotipadas, lo que me suena a una especie de regresión liberadora. Eso nos lleva a otra fórmula clave: " figuración emocional". Y la fuente de esa figuración es la impulsividad; el proceso de pintar debe ser rápido, no premeditado, para impedir que las cosas vuelvan a su sitio y todo cristalice de nuevo.

En algunos cuadros como Rickshaw o El comedor, domina todavía una especie de rompecabezas de formas. Pero en otras piezas, los colores fluidos se liberan de esa arquitectura y flotan libremente entre los espacios en blanco. El resultado se parece a un mapa meteorológico, con anticiclones y borrascas, frentes fríos y cálidos, que aparecen y desaparecen, que se desplazan y se transforman todo el tiempo. Todo me recuerda al famoso " cuerpo sin órganos" de Artaud, del que Deleuze y Guattari hicieron una certeza fundamental: debajo de nuestra vida organizaada y estructurada, late otra vida informe, que es movimiento, intensidades cambiantes, estallidos de energía".

Guillermo Solana

Director artístico Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

"¿Cómo se muestran las emociones, cómo salen hacia fuera esos movimientos del alma que nos constituyen? ¿Cómo se expresa el elemento comunitario de lo que con-mueve, partiendo de uno mismo hasta alcanzar el no-yo? En la obra de Carlota Pereiro -polifacética, compleja, en continua transformación-, los sentimientos no son meras pasiones, afecciones pasivas que nos constriñen y dominan. Son impulsos, fuerzas internas poderosas que estallan como colores indomeñables, irreductibles a una mera figura. Son texturas vivas en las que naufraga todo intento formal de clasificación. Son objetos sin concepto, contra la tiranía de la línea que separa lo híbrido, que analiza lo complejo."

Valerio Rocco

Director Círculo de Bellas Artes

"(...)Carlota nos transporta al mundo de las emociones, de las suyas, a su modo de ver la vida...Estamos pues, ante la representación de unos sentimientos radicalmente visualizados en unas formas en las que impera la fuerza, desarraigando cualquier relación wue pudiera parecer lógica entre el dibujo y el color teniendo, sin embargo, uno y otro, un protagonismo dentro del cuadro. El resultado obtenido tiene un carácter gestual evidente y, al tiempo, lleva lo expresionista hasta las mismas lindes de lo decorativo. Estamos ante una artista que se mueve en la experimentación, con criterio y futuro. Y busca, desde un trabajo arduo, el ejercicio de la calidad en su día a día."

Jose Manuel García Iglesias

Catedrático de Historia del Arte

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